Teresa & Alejandro
Tenía muchas ganas de compartir en nuestras Bodas con Encanto, el precioso enlace de Teresa y Alejandro. No sabría decir cuál, de los tantos detalles, me llamó más la atención cuando vi estas imágenes, si sus miradas incesantes, el “estilazo” de cada fotografía, o su bonito relato. Y es que. si normalmente soy yo la que os cuenta un poquito cómo vivieron nuestros protagonistas su día tan especial, hoy no me veo capaz de modificar ni un punto y coma de su historia…
Ellos son nuestros protagonistas, y así fue cómo nos lo contó Teresa.
Ale y yo nos conocemos de siempre, somos del mismo pueblo de Asturias, Salinas, e íbamos al mismo colegio, él iba a clase de mi hermana mayor y yo era amiga de su hermano pequeño, sabíamos quien era cada uno, pero no teníamos apenas relación. En agosto de 2015, por redes sociales, comenzamos a hablarnos, él vivía entre Salinas y Madrid y yo ya estaba en A Coruña, nos veíamos de vez en cuando, y cuando la cosa parecía que empezaba a ir en serio… yo tenía una cosa clara, no quería una relación a distancia, no creo en ellas a pesar de lo romántica que soy, y parece que lo entendió porque unos meses mas tarde de dejar claro este punto, Alejandro empezaba a trabajar en A Coruña, en la misma empresa que yo. Desde ese día nos volvimos inseparables, y no solo en el sentido “ñoño” de la palabra, tal cual, desayunábamos juntos, íbamos al trabajo juntos, aunque son departamentos diferentes estamos muy cerca, le veía prácticamente a todas horas, comíamos juntos, nos íbamos juntos, en seguida se hizo con mi grupo de amigos, y bueno, de repente, todo rodaba.
Fue bastante rápido pero aunque desde fuera parecía una locura éramos muy conscientes que lo que estábamos viviendo, era justo lo que habíamos soñado de una relación… y a los 6 meses de empezar Ale a trabajar en Zara, se lanzó a la piscina. Estábamos en Formigal esquiando, y puedo jurar que lo último que me esperaba el día que celebrábamos 6 meses (3 de enero de 2017) era a Ale junto al lago helado de Panticosa sacando del bolsillo el rubí que siempre había querido como anillo de pedida, pronunciando bajo mi alucine las palabras mágicas. Alejandro es fotógrafo, y ese día, en ese momento, sacó una foto que hace que lo recuerde de una manera aún más especial. Y fue esa foto del sitio donde me lo pidió la que decidimos usar como invitación de boda, y ahora tenemos en casa enmarcada (y me consta que algún invitado más también, lo que me hace mucha ilusión)
Entonces, nos ponemos a pensar dónde cómo cuándo, y la verdad, fue fácil, aunque al principio nos liamos a pensar en bosques, palacetes, etc, pero finalmente creímos que nuestro pueblo era el sitio más bonito para los dos, es precioso, pequeño pero con una playa maravillosa, al lado de nuestras casas, cómodo para nuestras familias y para nosotros, ¿qué mejor que casarse en “casa”? Donde siempre volvemos, y donde tantos recuerdos bonitos tenemos, además, fuera como fuere, el catering tenía que servirlo el Real Balneario de Salinas, los dos teníamos gran ilusión en que fuera Isaac Loya y su equipo los que hicieran de la cena algo perfecto, y así fue. En la iglesia de nuestra señora del Carmen de Salinas y los invitados caminando de la iglesia al Balneario.
Las flores y mi ramo fueron obra de Pando Floristas y mi vestido, lo hizo Silvia Cupeiro. Lo hicimos de cero y me pilló la idea perfectamente, quería algo muy sencillo, poder ir a la iglesia y que a mi madre le gustara (es muy tradicional) y a la vez sentirme cómoda porque ante todo no quería ir disfrazada de novia, además no quería renunciar a un vestido de fiesta para la noche con un toque sexy que le encantara a Ale… y así surgió, una camisabata transparente que dejaba intuir el vestido casi lencero de satén champán de noche, inspirado en el de Carolyne Bessette.
De joyas, solo unos pendientes muy sencillos que me prestó mi tía María para no quitarle protagonismo a lo que mas ilusión me hacía llevar, la cruz con la que se había casado mi abuela con el amor de su vida, mi Pepe. Me ayudó a vestirme mi mejor amiga Jahnam y allá íbamos las dos mas nerviosas que nada.
La misa fue algo súper especial, recuerdo la entrada con nitidez y creo que la recordaré toda mi vida, Ale se pasó desde enero sin nervios ni nada,o eso decía, pero ese día, en ese momento, era un flan, le vi a lo lejos, con los ojos encharcados y con la cara que siempre había soñado que mi futuro marido me miraría desde el altar…(Ceci de Días de Vino y Rosas pillo el instante) Andrés fue el sacerdote encargado de celebrar la misa, es amigo de la familia de Ale y no pudo hacerla más cercana y emocionante, además de divertida; nos reímos mucho, contó nuestra historia sin perder detalle mencionando Facebook, Instagram… ¡qué risa y qué vergüenza!
Mis sobrinos nos ayudaron con las alianzas y las arras, fueron super buenos toda la ceremonia y algunos amigos y familiares leyeron, me encantó ver que todos eran un poco partícipes… no pude dejar de sonreír en toda la misa. El coro dio la nota a destacar, creo que todos nos enamoramos al instante y para nosotros cada canción fue una sorpresa; fue un regalo y no sabíamos ni qué canciones iban a cantar, confiábamos ciegamente porque uno de los casi 30 partícipes del coro era el tío de Ale (Coral Polifónica de Santiago López). Solo sabíamos que sonaría la salve marinera, que era obligatorio, somos de mar, mi abuelo era marino y bueno, es una canción emocionante para todos.
Ya éramos marido y mujer y tocaba celebrarlo por todo lo alto, estábamos pletóricos y ni las gotas de lluvia que habían caído ni nada podían maquillar nuestra felicidad. Nos fuimos al mirador mas bonito y emblemático de nuestro pueblo, La Peñona, espectacular. Nos llevó mi hermano Fede en el Seat 600 antiguo más chulo (y pequeño) que existe, cuando nos subimos al coche pensamos que se había roto, entre que a mi hermano le costó arrancarlo y que nos habían atado unas latas que hacían que sonara a roto… ¡vaya susto hasta que nos dimos cuenta! (Y claro, todos los invitados mirando muertos de risa…)
En la Peñona mucho amor y muchas risas, Ceci, fotógrafa de Días de Vino y Rosas, es amiga de Alejandro desde hace muchos años, y la verdad que transmite un buen rollo genial. Y ahí estábamos, fueron 15 minutos a prisa y corriendo porque oscurecía, y porque teníamos prisa de ir con todos, venía mucha familia, amigos que llevábamos tiempo sin ver, del cole, de la universidad, y por supuesto nuestros amigos de Coruña. Trabajamos los dos en Zara, y en nuestro pequeño Arteixo hemos tenido la suerte de conocer gente y hacer grandes amigos de todos lados, así que la boda resultaba multicultural (Alemania, Japón, Portugal, Indonesia, Francia, Italia, Polonia…), el grupo de Jazz en directo que amenizó toda la cena ¡parecía que estaba en NY!
Shuhei, un gran amigo Japonés, grabó un vídeo de todos bailando la misma canción, y lo puso después de la cena, nos hizo tanta ilusión… ¡No nos lo esperábamos! La “cena”, fue toda de catering y aunque había mesas para que la gente mayor se sentara y “no me mataran por tal elección”, fue de pie y exactamente lo que queríamos, no obligar a nadie a cenar con quien nos cuadrara y sobre todo, egoístamente para nosotros, disfrutar de todos y cada uno un ratito.
Era el cumpleaños de mi ahijado y sacamos tarta para que soplara, dos añitos ¡Es lo mas mono del mundo! Nosotros no pusimos tarta para cortar, pero Isaac puso unos postres increíbles, pero lo mejor, el café, la familia de Ale es cafetera, Cafés TOSCAF siempre presente y este día más aún. La decoración fue todo, por supuesto, 98&YU, ¡la mejor tienda de decoración y cosas bonitas que existe! Y claro, dimos ramos a mis cuñadas que se casaron pronto y por supuesto a nuestras madres, lo mejor que tenemos, que encima ¡se han hecho intimas! A mi padre, le pusimos su canción, que es un obligatorio, ya que ha sonado en bodas de mis hermanas y primas, “Gigi el amoroso”.
Y bueno, ¡la fiesta! Cuando empezamos a organizar la boda pensamos en apuntarnos a alguna clase para afrontar el momento vals, pero lo cierto es que trabajamos mucho, y tenemos poco tiempo libre. Fue justo dos días antes de la boda, cuando de noche, haciendo la maleta, nos dimos cuenta de que no teníamos ni canción ni manera respetable de afrontar el momento… A Ale le acababan de regalar el disco de Ed Sheran y nos encantaba la letra y ritmo de “thinking out loud”; esa noche “ensayamos”, varios pisotones y muchas risas… Y a los dos días ahí estábamos, 200 personas mirándonos, y Ale y yo abrazados, felices cual perdices, haciendo que bailábamos.
Fue una noche larga, pero fuimos los últimos en irnos, creo que no queríamos que acabara nunca…
Y ahora decirme, ¿alguien habría cambiado algo de su relato? Yo por supuesto, no he podido.
Desde Le Plumeti, hoy cambiamos nuestro deseo por una “petición formal“, nunca dejéis de pasear un amor tan bonito, nunca dejéis de seguir demostrando al mundo, que existe, y que cuando aparece, ser “ñoña” se hace divertido; y al final, lo único que importa, es lo más insignificante…
Por milésima vez
GRACIAS TERESA
Cosas bonitas…
(1. Bolso Piel Tachas 2. Sandalia Calcetín 3. Pentientes Lunares; todo ello, de Zara)
Nos vemos en el siguiente post… ¿os gustó?
Besame bajo la luz de un millar de estrellas, coloca tu cabeza sobre mi corazón que late, estoy pensando en voz alta, quizás encontremos el amor justo donde estamos…
By: Ed Sheeran – Thinking out Loud
Maribel
Una boda diferente ,maravillosa la novia guapisima elegante y moderna,sencilla como es Teres Muy inteligente y trabajadora no se puede con mas si q es la mejor persona del mundo
fiuxy
Excelente Trabajo Muchas Gracias!!